Portada de Macario. Editorial Selector. |
Macario
Bruno TravenPor Carolina Trinidad Zamora
Macario se desarrolla en un México después de ser conquistado, relata los extraordinarios acontecimientos ocurridos a un humilde leñador que trabaja para poder mantener a sus once hijos a duras penas junto con su esposa que trabajaba lavando ropa. Su mayor sueño era poder comer un pavo asado para él solo, disfrutarlo en lejanía de su casa sin sus hambrientos hijos arrebatándoselo. Cuando su esposa, después de ahorrar tres años le concedió dicha apetencia, se adentró en el bosque, en un lugar que consideraba suficientemente adentrado para evitar molestias. Sin embargo, justo antes de satisfacer su feroz apetito, notó la presencia de alguien frente a el; era un charro con finas vestiduras de botones de oro y un sombrero, quien le pidió un bocado de su pavo, asegurando que se encontraba hambriento. Macario se negó argumentando que no le daría a nadie sin distinción. Incluso le ofreció varias cosas, pero se negó de igual manera. Cuando logró que el charro se fuera, notó que alguien más lo observaba. Vió unos pies con huaraches maltratados, una vestimenta de manta y un rostro fatigado. Macario sintió todas las bondades en el corazón de aquel campesino, pero también le negó de su pavo.
Un último personaje se posó frente a Macario. Era alguien en quien se notaba su espantosa hambre, con la cara huesuda y los dientes descubiertos, apoyado en un bastón. En esta ocasión, Macario si compartió de su pavo con él, lo partió en dos y comieron juntos mientras conversaban. Este misterioso hombre a quien Macario apodaba "compadre", de alguna manera supo de los dos anteriores visitantes. El charro verdaderamente era el Demonio, el peregrino era Dios y el anfitrión era La Muerte, Macario ya sabía esto.
A cambio de la pieza de pavo que Macario le dió al anfitrión, este le dijo que lo convertiría en doctor. Tomó el guaje del leñador y lo llenó con un chorro de agua que salió del suelo. Una sola gota de ese líquido bastaría para curar cualquier enfermedad, cuando se agotara, su poder curativo habría terminado.
Así sucedió. Macario se convirtió en doctor gracias a ese líquido y fue ganando popularidad, por lo que también fue ganando dinero. Siempre dejaba que los parientes de sus pacientes pagaran lo que ellos quisieran según qué tanto les importaba su familiar enfermo. La Muerte era quien decidía si vivirían o no.
Cuando su agua estuvo a punto de terminarse, el hijo del Virrey de la Nueva España enfermó. El Virrey le dijo a Macario que si su hijo vivía, el tendría acceso a todas las propiedades de su palacio y conseguiría fuero; pero si su hijo moría, seria condenado a muerte frente a todo el pueblo por brujería.
Macario nunca le pedía favores a el anfitrión, pero en esta ocasión su vida dependía de ello. Usó una de las últimas cotas de su agua, en la cabecera de la cama donde estaba el hijo del Virrey se encontraba La Muerte. Ésta le dio la señal de que el joven había muerto, ya no podía hacer nada. Macario se negaba rotundamente a aceptar su condena, era lo peor que le podía pasar a alguien de su religión.
Macario vio a su convidado, cerrando los ojos y mostrando una cálida sonrisa.
Después de ello, la esposa de Macario lo encontró muerto, apoyado en el hueco de un viejo árbol. Frente a él estaban extendidas unas hojas de plátano y sobre ellas los huesos de medio pavo, y también sobre las hojas se encontraba intacta la otra mitad del pavo.
Macario y La Muerte |
Bruno Traven. Su biografía está llena de misterio. Nació en 1882 en Alemania Oriental (hoy Polonia). B. Traven sigue siendo a día de hoy un misterio, y se le atribuyen nombres diversos como Bernhard Traven Torsvan, Hal Croves, Ret Merut, entre otros. No tenía una buena relación con sus padres probablemente adoptivos. Traven huyó de Alemania debido a sus ideas anarquistas, por lo que fue condenado a muerte. Sus novelas hablan de revolución y opresión.
Sus obras alcanzaron gran éxito en todo el mundo. Macario tuvo una adaptación cinematográfica.
Bruno Traven |
Mi opinión.
Este libro me pareció sumamente bueno. Maneja un lenguaje claro y fácil de entender, pero a la vez transmite muchas sensaciones. Me agradó mucho la forma en que incluye al Diablo, a Dios y a La Muerte simbólicamente combinando la fantasía con la realidad. El final me impactó, no me esperaba que sucediera eso pero fue muy interesante.
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